Soy de la infancia regalada
a causa de su lesión del cerebro
Soy del terremoto que cambió mi vida
dándole vuelta como un trompo
Soy de mis padres
Quienes me enseñaron a nunca rendirme
Soy de las luchas como las de gatos y perros
Con mi hermano pequeño
Soy de la noche oscura
contemplado las estrellas del cielo
Las que nos da la luz única
después de un día lleno de tanto
Soy de la mañana
con el primer canto del gallo
yendo a la escuela en la wawa, en moto, o la camioneta
antes de la madrugada con todo oscuro
Soy de las llanuras
contemplando los cultivadores de camino
orgulloso de su cosecha
llegando al mercado para ganar cada centavo
Soy de las calzadas
de las mujeres solteras y luchadoras cantando
la canasta en la cabeza
con el “figmi ak pen” en las calles brincando
Soy de la playa
del sol que sane los corazones rendidos
Soy de la Perla de las Antillas
donde aún existe agua azul y clara
Soy de la comida exquisita
a chuparse los dedos
que llena mi corazón de alegría
el arroz con coco y frijoles rojos
el “Banan peze ak griot”
Soy del Ron Barbancourt
el ingrediente clave de los remedios caseros
que cuida las enfermedades físicas
y alegre los corazones malitos
Soy de la primera República Negra
aunque hoy sigue luchando
para su independencia
de los verdugos intrusos
Soy de la isla maravillosa
que siempre tendrá un pedazito de mi corazón
uno de los mejores regalitos
que llena mi corazón de alegría
y por la cual siempre daré gracia
Siempre recordaré de dónde soy
Y adonde voy
Sonrisa D’Maria
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